miércoles, 8 de diciembre de 2010

Para los padres y madres de mis alumn@s: Las emociones en la educación por María Morales

La educación es la actividad fundamental que enseña a crecer y a vivir en sociedad. El profesor-a es el modelo de referencia para el alumno-a. Es conocido que el gusto por una asignatura depende de la figura del profesor-a. Cualquier actividad humana está teñida por las emociones. La educación se establece en un marco de relaciones (adultos-niños) y en toda relación entran en juego los sentimientos. Esto ha sido muy poco tomado en cuenta en la mayoría de los modelos educativos que ponen el énfasis en la transmisión de conocimientos, nuevas tecnologías.... Ser adulto significa tener una conciencia de sí y un autoconocimiento que favorece la presencia y transmite una confianza en el niño-a. Y también una autoridad basada en el respeto del otro. En este marco de interrelación no se puede olvidar la persona del uno, la del otro y la relación misma. Como en terapia, el instrumento en la educación es el propio enseñante o/y el padre-madre. Muchos educadores se han acercado a la Gestalt buscando ayuda para estas carencias. El trabajo gestáltico proporciona herramientas personales para el cuidado de uno mismo y la relación . El cuidado y la conciencia de la relación evita el "queme" que se produce cada vez mas frecuentemente en muchos profesionales.

La supervisión gestáltica de su labor es un medio para el darse cuenta y la puesta en conciencia de las dificultades y conflictos internos que están actuando interrumpiendo las relaciones o la resolución de problemas en lo laboral. De los tres niveles de la persona : cuerpo, emoción y mente se da importancia al cuerpo y la mente (mens sana in corpore sano). El trabajo con las emociones y su forma de expresión no se contempla. La relación profesor-a -alumno-a va cambiando según el momento evolutivo del alumno-a y, teniendo en cuenta este, se pueden ir trabajando las distintas emociones y formas de relacionarse, sin reprimirlas ni taparlas. La escucha de uno mismo y del otro es la base fundamental de todas las profesiones de ayuda y la gestalt aporta una manera única de trabajarla. Las madres-padres necesitan también un reciclaje para abordar la educación de sus hijos-as y una buena colaboración con el profesorado del centro. A veces hay dificultades en esta relación y luchas de poder que van en detrimento del proceso educativo del niño-a. Para esta formación están las escuelas de padres-madres que desde la gestalt tienen la misma orientación que con el profesorado, de cuidado y conocimiento de ellos mismos y de los pasos evolutivos del niño-a para así transmitir modelo, conciencia y amor a las nuevas generaciones. La educación es una vocación amorosa.

María Morales

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